15 may 2010

NUESTRO AMO JUEGA AL ESCLAVO

Probablemente sea necesario continuar arrojando leña al fuego mitológico. Ese alo de inaccesibilidad del que siempre hicieron gala, convencidos de que eso los transformaba en semidioses. Si en algún momento me convencí de que la pelea entre Skay y el Indio era el principio de transparencia triunfando por sobre la opacidad recostada sobre la incertidumbre y el hermetismo, hoy me debo afirmar (con tristeza) que la situación comienza a tomar ribetes repudiables.

Fueron los sostenedores de una bandera valiosísima que guió a cientos de artistas a comulgar con la idependencia artística, fueron una banda como pocas hubo en nuestro país, encriptaron mensajes y educaron poéticamente a más de dos generaciones. Fueron el refugio de un puñado de jóvenes expulsados del sistema en medio de las sucesivas debacles nacionales, se encumbraron como la banda más convocante que jamás haya existido en la Argentina. Dijeron "no transar", explicaron que estaban obligados a ocupar estadios porque ya no podían manejar lo que habían producido en sus fieles seguidores. Lentamente, se fueron pisando la cola entre ellos mismos hasta que desaparecieron primero y luego lo explicaron sin explicarlo.
Nos esforzábamos intentando entender, escuchábamos los discos y buscábamos los matices que explicarán algunas diferencias que peritiesen encontrar algún indicio. No aparecían hasta que ellos se volvieron a vestir para salir a escena. Cada uno elegió su pose y salieron al ruedo. A matarse, uno contra otro. El problema fue el de siempre...¿los celos?...¿el perfil musical?...¿la apuesta artística?...¿los años de desgaste?...No...la respuesta más temida apareció en el horizonte...los redondos se pelearon por la guita.
Se acusaron mutuamente de querer "apropiarse de la historia". Eso significaba que alguièn poseía material jamás editado, fotos, videos y demás elementos que aportarían hoy un caudal económico más que interesante. Encapsulados en sus mansiones, alejados de esa "clase desangelada" que siempre dijeron crípticamente representar, se pelean por los derechos económicos producidos por un fenómeno que ellos comandaron, pero del que no son dueños excluisvos. ¿El valor artístico, histórico, sociológico? enorme...pero les chupa un huevo, o asi parece.
Ayer, dejaron de circular por la web los videos que retrataban los recitales que la banda había brindado en Racing, allà por 1998. Videos que, claramente, habían sido tomados con la intención de inmortalizar los shows ricoteros desde el escenario, esas cosas que parecían no existir y que, cuando aparecieron, fueron rápidamete "borrados por el usuario".
Rehenes de una historia de la que decidimos formar parte, seguimos sin entender, continuamos agachando la cabeza y puteando al vacío. Esa pose, deja de tener sentido...el obrero...era el patrón...y la plusvalía no será negociada.

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